personas que vean el anuncio y si se trata de un producto, que aumenten sus cifras de venta.
La clave para que esta publicidad funcione son las estrategias publicitarias, es decir, primero tiene que convencer al receptor de que ese producto, idea o servicio es el mejor respecto a otros, posteriormente tiene que ser un anuncio creativo, original y que transmita los atributos deseados. Por último, en cuantos más medios se anuncie (televisión, radio, revistas, cine, Internet...) mejor.
También existe la publicidad engañosa, que es aquella que como su propio nombre indica, las características del producto del anuncio son diferentes a las del producto real. En este ámbito podemos incluir a los niños, que son más vulnerables ante este tipo de engaños, ya que no distinguen el anuncio de la realidad. Un claro ejemplo de esto último son todos los anuncios de juguetes durante los previos meses a la Navidad, ya que los niños tienen que hacer la carta a los Reyes Magos o a Papá Noel e intentan convencerlos de que su producto es el mejor.
Además también nos encontramos con la publicidad sexista. ¡Sí!, ¡en la publicidad también hay machismo!, mediante por ejemplo imágenes que contienen estereotipos de roles de géneros y haciendo diferencias entre uno y otros. Pues son pocos los anuncios de coches en los que la conductora es una mujer, o por el contrario, anuncios de productos de limpieza presentados por hombres.
Las compañeras que presentaron este trabajo nos dieron ciertas pautas para trabajar la conciencia consumista educativa, y estas son:
- Publicidad como contenido curricular.
- Crear una conciencia crítica y reflexiva.
- Aprender a interpretar lenguajes.
- Realizar un análisis crítico de los anuncios.
- Trabajar la contrapublicidad.
Webgrafía: http://marketingyconsumo.com/la-estrategia-publicitaria.html
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